summary: Bella,Edward.Jasper y Emmet caen en un juego erótico que podría cambiarlo n cada desafío sexy, se hace más claro que en el fondo, Bella desea no a uno, ni a dos, sino a sus tres amigos que siguen solteros.¿Tendrá que escoger?.TH. ADVERTENCIA contiene material para mayores de edad.Si eres sensible no sigas leyendo.
Capitulo 7
Colegiala traviesa. Bella se cubrió la cara con las manos, echándose una ojeada en el
espejo a través de sus dedos extendidos. Tenía su cabello en coletas. Ella no había llevado coletas desde que tenía nueve años.Los zapatos de cuero de niña y las medias blancas hasta el muslo eran lo bastante malo. La falda a cuadros era tan corta que podía ver su ropa interior blanca ceñida que había estado, en un paquete de la tienda en la que fue comprado, al lado del conjunto. Pero era la camisa, lo que en su mayor parte le estaba dando ataques. Abotonada hasta el cuello y blanca, se detenía justo debajo de sus pechos, dejando su diafragma desnudo. Era tan delgada que ellos podrían ver la sombra de sus areolas. Jessica y la otra mujer la habían frotado con un paño húmedo, haciéndola completamente transparente.
Maldición. Ella nunca sería capaz de afrontar a los chicos otra vez.
-No estés nerviosa. Son sólo dos canciones. Y está bastante oscuro allí. El juego alquila la parte de arriba del club por todo el tiempo que estemos aquí, así que nadie excepto los otros competidores te verán bailar. Y estoy bastante segura que ellos estarán demasiado ocupados para mirar.-
Bella se sentía un poco caliente. Tal vez era el tequila, pero no tenía necesariamente miedo de este desafío. Era la amiga de toda la vida de cuatro hombres muy masculinos. Había ido a un club de striptease antes. Y realmente le gustaba bailar. Si sólo no tuviera que llevar ese humillante traje.
Recordó lo que Nessie le había dicho sobre tener el cuerpo de una bailarina exótica. ¿Sabía ella que este sería uno de los desafíos? Iba a tener una larga charla con la nueva esposa de Jake cuando regresaran.
Jessica las condujo a una puerta con cortinas. -En la parte superior de aquellas escaleras encontrarán un escenario principal que las conducirá a sus pasarelas individuales. Bailen una canción completa en esa pasarela para sus hombres. Cuando comience la siguiente canción, denle el baile erótico de regazo de sus sueños, y solamente estén abiertas al placer. Esta es una maravillosa experiencia. Los hombres saben lo que tienen que hacer para conseguir la siguiente pista, ¡Así que vayan y muéstrenles lo que tienen!-
Jessica detuvo a Bella mientras las otras continuaban adelante. -A tus chicos ya se les dijo, pero quería dejarte saber que sólo puedes escoger a uno para el baile de regazo, los otros hombres pueden mirar, pero no tienen permitido tocarte hasta que termine la canción. ¿De acuerdo? ¡Magnífico!- Se fue corriendo, con el sujetapapeles en la mano mientras Bella tomaba una respiración profunda. ¿Realmente iba a hacer esto? La música comenzó, y caminó hacia el escenario principal. Desde luego que lo haría. Ella nunca se echaba atrás en una apuesta.
Bella caminó con grandes pasos al ritmo del compás, mirando a sus colegas hacer lo mismo con una sonrisa. Ángela, a pesar de su timidez, parecía determinada a hacer esto por Ben. Y por la expresión de su cara, Bella podía decir que él lo apreciaba. Ella caminó hasta el final de su pasarela y colocó las manos sobre sus caderas. -Si alguno de ustedes se ríe de mí, les daré con el zapato. O robaré su dinero para el almuerzo.-
-¿Bella?-
-Dios querido. Y gracias. Amén.-
-Mierda, Mario. Te ves –Ella levantó su barbilla de modo amenazador, pero la mirada de Edward estaba enfocada completamente sobre sus pechos. Él suspiró. –Maravillosa-
-¿Sí?- Vio a Jessica haciendo un movimiento de baile y comenzó a balancearse con la música. Jasper, Emmet y Edward la miraban fijamente, viéndose aturdidos y totalmente cautivados. El calor se reunió entre sus muslos. Ser el foco de esta clase de atención se sentía…bueno... se sentía grandioso. Le concedía poder. Algo a lo que ella definitivamente podría acostumbrarse.
Había un poste, y Bella siempre había querido probar uno. Todos aquellos músculos de alpinismo fueron puestos en buen uso mientras ella se levantaba de un salto en el cilindro de acero, usando sus muslos para agarrarse, sus brazos extendidos en un arco hacia atrás, lo que le daba la perfecta vista al revés de su audiencia.
-Dulce Jesús-
-¿Sabías que ella podía hacer eso?-
Edward no respondió, apenas sacaba sus ojos verdes de ella los bastante como para parpadear.
La sonrisa de Bella era perversa. Se levantó, deslizándose hacia abajo en el poste hasta estar sobre sus rodillas en la pasarela, gateando más cerca del borde del escenario. -¿Cómo lo hacen los demás? ¿Estamos ganando?-
-¿Quién sabe? ¿A quién le importa?- Las mejillas de Jasper estaban sonrojadas, y Emmet miró hacia él, antes de llevar su atención de vuelta a Bella.
-Lo olvidé. Estás realizando la fantasía favorita de nuestro querido Profesor Jasper, preciosa. Él va a tener dificultad para mantener sus manos fuera de ti.-
Bella paró su movimiento hacia adelante, sentándose para frotar sus manos despacio sobre la camisa húmeda. Sus pezones estaban duros. Sensibles. Los tres gemidos en coro la hicieron reír. -¿Qué fantasía?-
-Ninguna.- Jasper miró airadamente a Emmet, pero Emm sólo sonrió.
-Es inútil mentir sobre ello, amigo. Jasper solía decirnos que su fantasía favorita era de ti como una de sus estudiantes. Una de sus malas estudiantes. Quien necesitara ser castigada.-
Bella parpadeó. El chorro de excitación humedeció las bragas blancas de colegiala, y ella deslizó su mano entre sus piernas inconscientemente. -Le gusta esa idea, Jasper.- La voz de Edward era áspera, y ella se estremeció como si él hubiera tocado su piel. -Realmente le gusta. ¿No?, Mario.-
Ella sacó su lengua, pero por dentro estaba temblorosa. Imágenes de ella inclinada sobre el escritorio de Jasper, siendo azotada, siendo follada, llenaron su mente. Cerró los ojos, arqueando su cuello mientras su mano desaparecía bajo la falda.
La música terminó y Emmet hizo un sonido de frustración. Los tres hombres se movieron en sus asientos.
-Tiempo para la siguiente ronda, damas. Ustedes saben qué hacer. Ustedes también, chicos.- La alegre voz de Jessica arrancó a Bella de su fantasía, haciéndola ruborizar. La nueva música era más lenta, más sensual. Recordándole el sexo. Como si cualquier cosa no lo hiciera ahora mismo.
-Tienes que escoger a uno, cariño. Tienes que escoger a uno de nosotros para bailarle.-
No era una elección tan difícil como pensaba. Ella había estado planeando escogerlo de todos modos, aunque sólo porque había pensado que él era, probablemente, el que menos la embromaría. Pero ahora. Ahora quería escogerlo por una razón completamente diferente.
-Escojo a Jasper.-
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