summary: Bella,Edward.Jasper y Emmet caen en un juego erótico que podría cambiarlo n cada desafío sexy, se hace más claro que en el fondo, Bella desea no a uno, ni a dos, sino a sus tres amigos que siguen solteros.¿Tendrá que escoger?.TH. ADVERTENCIA contiene material para mayores de edad.Si eres sensible no sigas leyendo.
Capitulo 6
Firmaron los formularios y aprendieron las reglas del juego. Tenían que llevar insignias con un símbolo Maya, para asegurar que no fueran arrestados por la policía, y en caso de que uno de los lugareños tuviera que ayudarles con una pista.
Ella no iba a conseguir ver el museo o las ruinas de San Gervasio. Este no parecía esa clase de juego. No tenía idea de lo que implicaría, pero después de recibir su primera pista, comenzó a tener una idea. No era exactamente una pista de Jeopardy.
Emmet rió entre dientes, pero los otros hombres lo fulminaron con la mirada hasta un silencio arrepentido. Edward llevó la delantera mientras seguían el pequeño mapa que les habían dado. Giraron hacia un pequeño callejón, pasaron a varios hombres con carritos de baratijas turísticas, quienes echaron un vistazo a sus insignias y se rieron disimuladamente a sabiendas.
-Podría matarlos si quieres- El tono de Jasper era conversacional, pero la mirada que enviaba a los hombres era mortal. Él no actuaba como él en absoluto. Edward era el agresivo. Pero Bella no lo culpó ni un poco. Ella no se sentía particularmente normal.
-No. Guárdalo para las chicas cuando regresamos al barco de crucero. Jasper, no tienes que hacer esto si no quieres. No voy a pensar menos de ti.-
Su risa fue severa. -¿Piensas que esto es sobre lo que no quiero? No lo es, Bella. Confía en mí. No, todos estamos adentro. Hasta el final. Dios quiera que sepamos lo que estamos haciendo.-
-Estamos aquí.-
Bella miró hacia la señal. Se veía como un bar ordinario. Karaoke, cerveza, nada sexual en él.-¿Va uno de nosotros a cantar?-
-De seguro perderemos.-
Emmet se rió de Jasper, dándola palmadas en la espalda. -Habla por ti. Yo tengo una fantástica voz.-
Edward deslizó su mano alrededor de su cintura, dirigiéndola hacia el interior con los otros chicos detrás de ellos. Estaba lleno de turistas y lugareños, todo bebida y risas. En el fondo se podía escuchar a alguien haciendo una interpretación horrorosa de "Layla" de Eric Clapton.*
-¿Ustedes están con los otros competidores, si?- Una mujer alta y sexy con una falda alarmantemente corta se inclinaba hacia Emmet.
-Sí. ¿Sabe usted lo que, se supone, debemos hacer aquí?-
-Tristemente, lo hago. Si hubieses dicho que no, me habría escapado contigo. Eres muy sexy.-
Jasper hizo rodar los ojos y Edward dio un paso hacia adelante. -Es realmente desafortunado. Tal vez la próxima vez. ¿Nos puede ayudar?-
La mujer miró a Bella de arriba abajo y se encogió de hombros. -Haré todo lo posible. Ella debe seguirme hacia Jessica, el resto de ustedes debe subir por la escalera principal y ver a Mike. Otra cosa hermosa con la que no puedo jugar. Oh, bien. Vamos, chica.-
Tiro del brazo de Bella y ella la siguió, mirando sobre su hombro como los chicos subían la escalera. ¿Qué estaba pasando? Un trago de tequila proporcionado por Jessica y un cambio de ropa después, y Bella lo había descubierto. -Oh diablos, no.-
-¿Qué está mal, querida? Te ves fantástica.-
La mandíbula de Bella cayó. La pequeña y dulce Claire de Inglaterra llevaba un corsé negro de caucho y medias de red. Se veía sorprendentemente cómoda en el traje, sobre todo con aquel látigo en su mano.
La tímida Ángela era otra sorpresa. Con sus rizos negros sacudidos y provocativos, estaba equipada con una prenda de encaje rojo ajustada al cuerpo, su parte inferior completamente desnuda y empolvada. -Realmente lo haces, ¿sabes? Me encantaría tener esos pechos. Pero Ben dice que más de un bocado es…- Ángela se ruborizó. -Sin ánimo de ofender.-
Bella se esforzó para tranquilizarla, tratando de olvidar su propia incomodidad. -Tener que llevar a estos bebés es un dolor, literalmente. Y tú te ves maravillosa.-
-Quería ese traje.- Lauren la miró airadamente, viéndose intimidante en un traje ajustado de cuerpo entero con impresiones de leopardo.
-¿Disculpa?-
Jessica se acercó y se colocó entre ellas. -Lauren, ya sabes que tu no escoges tu traje. Además, ya has sido la colegiala traviesa varias veces. Dale a alguien más la oportunidad.-
Colegiala traviesa. Bella se cubrió la cara con las manos, echándose una ojeada en el espejo a través de sus dedos extendidos. Tenía su cabello en coletas. Ella no había llevado coletas desde que tenía nueve años.
Los zapatos de cuero de niña y las medias blancas hasta el muslo eran lo bastante malo. La falda a cuadros era tan corta que podía ver su ropa interior blanca ceñida que había estado, en un paquete de la tienda en la que fue comprado, al lado del conjunto. Pero era la camisa, lo que en su mayor parte le estaba dando ataques. Abotonada hasta el cuello y blanca, se detenía justo debajo de sus pechos, dejando su diafragma desnudo. Era tan delgada que ellos podrían ver la sombra de sus areolas. Jessica y la otra mujer la habían frotado con un paño húmedo, haciéndola completamente transparente.
Maldición. Ella nunca sería capaz de afrontar a los chicos otra vez.
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